Ir al contenido principal

Helios

                                               Alberto Masferrer
NOTA EDITORIAL

Masferrer, como pensador, busca el medio de expresarse, de hacerse entender y comunicar sus ideas recurriendo a figuras, alegorías o parábolas para convencer y persuadir. En el fondo de él subsiste el poeta que se transforma en evangelizador, apóstol o maestro. Masferrer gozaba y padecía pensando, analizando. Quería hallar explicación a las cosas, los fenómenos, las acciones; traducirlos en símbolos y transformarlo todo en fuentes de enseñanza, mostrando lo inagotable del poder mental, lo profundo del sentimiento y la emoción humanos. Helios es en cierto modo una expresión de su panteísmo, la desasosegada manifestación de su anhelo por infundir a los hombres, confianza, seguridad y certeza en sus acciones, sentimientos e ideas. Quiere mostrarles el camino para que encuentren la verdad que yace escondida en cada uno, revelarles cómo la sola confianza en sí mismo lleva al descubrimiento de poderes espirituales y a su salvación. Luego de conocer y tratar a los hombres, de satisfacer su infinita sed de conocimientos se da cuenta de que sin un ideal, sin una meta, la existencia humana no tiene sentido. Pero no basta eso. Se requiere también que el hombre tenga confianza en cuanto emprende o persigue; que además de voluntad de luchar y vencer, posea fe inquebrantable no empañada por sombra alguna, "porque nuestra fe -proclama-, nuestra creencia es la luz que infunde diafanidad a todo lo que existe: todos los errores, todos los males, todas las tristezas, todas las nieblas del universo, se vuelven transparentes si las vemos con la lente de nuestra fe." Ella es el sostén de la esperanza. La Dirección General de Publicaciones del Ministerio de Educación al publicar esta nueva edición de Helios trata de contribuir a un más amplio conocimiento de la extensa y varia obra de Alberto Masferrer.

Fuente: Masferrer, A. (1963). Helios. San Salvador: Dirección General de Publicaciones

Comentarios

Entradas populares de este blog

Escuela de Pájaros

A LA VIBORA, VIBORA... A la víbora, víbora, de la mar, por aquí quiero pasar. Las olas que se acercan, las olas que se van, y detrás de las olas, las olas más y más... Escamas de arco-iris, escamas de metal. ¡ya se durmió la víbora, ya quiere despertar! Camino de mi frente -caminito especial- si de mi frente sale, ¿quien lo puede alcanzar? En menos de un segundo conoce la ciudad; en lo que cierro un ojo por el aire se va; siguiendo mariposas deja juegos atrás y toca de repente, la víbora de la mar. Aunque niño me llamo y no puedo nadar muchas islas descubro sentado en mi diván. Al agua marinera, que baila por bailar, sin mojarme la blusa la puedo atravesar. Caballito marino, caballito de sal, con brida de canciones te logro sujetar. ¿En dónde llora y llora la niña tempestad? ¿En dónde crece, rojo, el árbol de coral? Iremos galopando -rataplán, rataplán- caballo de los tumbos, que sabes galopar. ¡Qué praderas de espuma! ¡Qué montañas

Sara Palma de Jule

                                                             Sara Palma de Jule Nació en Santa Ana. Se graduó como maestra normalista en la Escuela Normal "España", habiendo obtenido el primer lugar de su promoción. Colaboró con  El Diario de Hoy con la "Revista Dominical" de La Prensa Gráfica. Durante varios años trabajó en las Empresas DIDEA, donde fungió como secretaria del magnate don Luis Poma. A su vocación poética se une su ingenio e indiscutibles dotes intelectuales. Una escuela de la ciudad de Apopa lleva su nombre. Es miembro del Ateneo de El Salvador, Ateneo Salvadoreño de Mujeres, Unión de Mujeres Americanas UMA, Organización Mundial de Educación Preescolar OMEP y Club de Mujeres de Negocios y Profesionales. Ha viajado por Guatemala, Costa Rica, Panamá, los Estados Unidos, España, Francia, Italia, Suiza y Austria. Obras publicadas: "Surtidor de Trinos" (1982), "Tranvía de Ilusiones" (1984), "Fantasia" (1994)

Tierra de Infancia

                                                                     Claudia Lars Tierra de infancia es el lugar estético donde el pasado de la realidad, recuperado a través del recuerdo, alcanza actualidad por la prosa poética concretada en diversas formas estilísticas. No es, por tanto, un libro de cuentos; mucho menos una novela. Es, sencillamente, realidad del mundo y del hombre actualizada poéticamente en la dimensión de los hechos y en la dimensión de sus significados. Quizá por eso convenga mejor ir pensando en Tierra de infancia como en un libro de "memorias poéticas." En Tierra de infancia , Claudia Lars, pasada buena   parte de la vida, se empeña volitivamente en actualizar el recuerdo de un lapso importante para ella, la infancia, con origen y finitud como toda experiencia de la vida. Tierra de infancia está impregnada de amor, de alegría y de ternura. Es el rostro del amor personal, el habido por cada hecho y el habido por cada recuerdo. Pero también en Ti